Diferencias de sexo

Una diferencia de sexo es una distinción entre las características biológicas o fisiológicas asociadas típicamente con hembras y con machos de una misma especie.

Según la definición de la Organización Mundial de la Salud es la condición orgánica que genera la distinción entre hombres y mujeres. El sexo biológico en los seres humanos está programado por el sexo cromosómico —genotipo sexual—. Durante varias etapas de su desarrollo, se define su fenotipo sexual. En función de cómo se produzca, puede coincidir o divergir. Si no coincide, se determina la anomalía ontológica conocida como intersexualidad.

En el estudio de humanos, emergen cuestiones sociopolíticas al clasificar si una diferencia sexual es resultado de la biología de sexo o no. En este sentido, se ha acuñado el término diferencias de género referido a las características sobre las que se discute si pertenecen al ámbito biológico, social o a una mezcla de ambos. Si bien existen opiniones encontradas al respecto, el término "sexo" en los seres humanos alude a las características físicas relacionadas con la función de los órganos genitales, mientras que "género" apela a la construcción social de estereotipos asociados a cada sexo, la cual cambia de acuerdo con la época y la cultura.

Las personas nacen de sexo masculino o femenino (sexo biológico), pero se les enseñan los comportamientos (roles) socialmente asignados para hombres y mujeres (normas de género). Especialmente, cómo deben interactuar con otros miembros del mismo sexo o del sexo opuesto (relaciones entre los géneros) y qué funciones o responsabilidades deben asumir en la sociedad (roles de género).[1]

El uso del término "género" para referirse a "sexo" se origina como una mala traducción de la palabra inglesa gender, la cual se refiere a la asignación de ciertos atributos socioculturales al sexo biológico.

Cuando hablamos de las diferencias físicas y biológicas cuantitativas entre hombres y mujeres nos basamos en promedios, por ejemplo los hombres son más altos que las mujeres en promedio, pero una mujer en particular puede ser más alta que un hombre en particular. Aunque algunas diferencias entre hombres y mujeres están en debate, estas no deben confundirse con los estereotipos sexistas.

Desde el punto de vista de la psicología evolucionista los humanos modernos hemos heredado rasgos naturales que eran adaptativos en un ambiente prehistórico, incluyendo rasgos que han tenido ventajas para los machos frente a las hembras y viceversa (véase Selección sexual). La teoría de los Estudios de Género y Alice Eagly proclaman que los niños y las niñas aprenden el comportamiento que es visto como apropiado y las actitudes de la familia y la cultura circundante con las que crecen, por lo que las diferencias de género no físicas son simplemente producto de la socialización. Ambas teorías no son mutuamente excluyentes en su totalidad: también es posible que las diferencias de género sean parcialmente innatas, pero que luego sean reforzadas y exageradas por el ambiente.

Algunas feministas ven las diferencias de género como un producto del patriarcado o la discriminación, aunque el feminismo de la diferencia aboga por una aceptación de las diferencias de género.

Las religiones abrahámicas tradicionales ven las diferencias de género como creación de Dios: “Cuando Dios creó al hombre, lo creó a su imagen y semejanza; hombre y mujer los creó...” (Génesis 1:27).

  1. «Género». Organización Mundial de la Salud. Consultado el 2 de enero de 2018. 

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